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Autor: Prof. Antonio Beltrán

Editorial: Imp. Nácher (Valencia)

Edición: 2ª Edición 1984

 

En 1960, Don Antonio Beltrán publicó los resultados de su investigación arqueológica –un estudio de extraordinaria importancia para la acreditación de la reliquia– en un libro titulado “El Santo Cáliz de la Catedral de Valencia“.

La investigación empezó en los años 50 del pasado siglo, cuando el entonces Arzobispo de Valencia, Don Marcelino Olaechea, encargó a D. Antonio Beltrán, entonces catedrático de arqueología en la Universidad de Valencia, un estudio sobre el Santo Cáliz. El profesor, que había estado en la cárcel después de la Guerra Civil y no era una persona especialmente piadosa, se negó en un principio alegando que para poder hacerlo necesitaría una autorización para manipular, tocar y desmontar una pieza que tenía su culto y esos requisitos eran imprescindibles para la investigación. Además, el tenía muchas dudas que esta fuera la copa que usó Jesucristo en la última Cena y quería saber que pasaría si esto se demostrara. Don Marcelino entonces le autorizó a desmontar la pieza, pues era precisamente lo que quería se hiciera, y se encargó  él mismo de dar el resultado de la investigación, caso saliera negativo. Don Antonio nos declaró literalmente que “se había quedado enamorado del talante intelectual del arzobispo” y que precisamente eso le hizo involucrarse totalmente en el estudio de la reliquia.

Es de destacar, ante todo, que el profesor Beltrán consultó con especialistas en copas romanas tanto de Italia como de Inglaterra y, según nos dijo, sus conclusiones fueron refrendadas unánimemente por dichos expertos. Beltrán fue la primera persona que pudo estudiar en profundidad el Cáliz y es hasta ahora la única persona que ha podido desmontarlo.